EN MI OFICIO O ARTE ARISCO
En mi oficio o arte
arisco
Ejercido en la noche
tranquila
Cuando solo la luna
brama
Y los amantes están
acostados
Con todas las penas
en sus brazos,
Yo labro con luz
canora
No por ambición o pan
Ni por el pregón o la
venta de talismanes
En los escenarios de
marfil
Sino por la paga
corriente
Del corazón más
secreto.
Yo no escribo para el
orgulloso aparte
De la luna que está
bramando
En estas páginas de
rocío marino
Ni para los muertos
imponentes
Con sus ruiseñores y
salmos
Sino para los
amantes, cuyos brazos
Rodean las penas de
todos los tiempos,
Quienes no me pagan
con alabanzas
Ni prestan atención a
mi oficio o arte.
Dylan Thomas (Inglaterra, 1914-1953).
EL ÚLTIMO POEMA
Así querría yo mi
último poema
Que fuese tierno
diciendo las cosas más simples y menos intencionales
Que fuese ardiente
como un sollozo sin lágrimas
Que tuviese la
belleza de las flores casi sin perfume
La pureza de la llama
en que se consumen los diamantes más límpidos
La pasión de los
suicidas que se matan sin explicación.
Manuel Bandeira (Brasil, 1886-1930).
(Las reglas muy
simples:
Son nada más que
siete).
1. Se toman los
clásicos,
Se hace un rollo
Y se los pasa por la
máquina de picar.
2. Lo que salió hay
que pasar por un tamiz.
3. Luego sacarlo al
aire libre, para ventilar.
(Cuidado, para que
las moscas no ensucien
Las “imágenes”).
4. Lo secado se
revuelve apenas
(para que algunas
letras no se endurezcan)
5. Se seca (para que
no se eternice) entero,
Y se pasa a un aparato:
El simple pimentero.
6. Luego
Se pone debajo del
aparato el papel pegajoso
(para cazar las
moscas).
7. Ahora,
simplemente,
Mueva la manija,
¡y mire para que las
rimas no se acumulen!
(para que el “dolor”
y el “amor”,
La “mía” y el “día”
Sigan ordenadamente
Una por media).
Saca el resultado, y…
Listo para ser usado;
Para leer,
Para recitar,
Para cantar.
Y para curar a los
poetas de la melancólica
Desocupación,
Para que no tengan
ganas de manchar el
Papel,
Con el buenísimo
Anatoli Vasilievich cortar
Toda relación,
Y pasarlos
Al camarada Semashko
para que traten con
Él.
Nota: Anatoli Vasilievich,
Comisario de la Educación. Nicolai
Semashko, Comisario de la Salud.
Vladimir Maiakovski (Rusia, 1893-1930).
POESIA
A mí también me
disgusta: hay cosas que son importantes
Más allá de todo este
desatino.
Empero, leyéndola con
perfecto desprecio, uno
Descubre en ella
Después de todo, un
lugar para lo que es genuino.
Manos que pueden
agarrar, ojos
Que pueden dilatarse,
cabellos que pueden erizarse
Si fuera necesario,
estas cosas son importantes no porque
Pueda dárseles una
interpretación altisonante sino porque
Son
Útiles. Cuando ellas
se vuelven derivativas hasta hacerse
Ininteligibles,
Puede decirse lo
mismo de todos nosotros
Que no admiramos lo
que
No podemos entender:
el murciélago
Sosteniéndose patas
arriba o en busca de algo
Para
Comer, elefantes que
empujan, un caballo salvaje
Dando un rodeo, un
incansable
Lobo debajo
De un árbol, el
impasible crítico crispando su piel como un
Caballo que siente
una pulga, el aficionado
Al béisbol, el
estadístico;
Tampoco es válido
Tener prejuicios
contra los documentos comerciales y
Los textos escolares:
todos estos fenómenos son importantes. Sin embargo
Uno debe hacer una
distinción:
Cuando poetas a
medias los arrastran para destacarlos,
El resultado no es
poesía
Ni la tendremos
Hasta que nuestros
poetas puedan ser
“positivistas de
La imaginación”, por
encima
De la insolencia y la
trivialidad y puedan presentar
Para ser
inspeccionados, jardines imaginarios con sapos reales.
Entretanto, si por
una parte exiges
La materia prima de
la poesía en
Toda su crudeza y
Por otra lo que es
genuino,
Es que te interesa la
poesía.
Marianne Moore (EEUU, 1887-1972).
LOS CANTOS DE MALDOROR
Canto primero (fragmento)
Hay quienes escriben para lograr
los aplausos humanos mediante nobles cualidades del corazón que la fantasía
inventa o que ellos pueden tener. Pero yo hago servir mi genio para representar
las delicias de la crueldad. Delicias ni efímeras ni artificiales, sino que,
nacidas con el hombre, terminarán cuando él termine. ¿No puede el genio aliarse
con la crueldad en los secretos designios de la Providencia ?, ¿acaso el
hecho de ser cruel lo priva a uno de genio? Se verá la confirmación de ello en
mis palabras; en vosotros está el escucharme, si os place…Perdón, me pareció
que se me erizan los cabellos, pero no es nada, pues con mi mano he vuelto a
colocarlos fácilmente en su anterior posición. Aquel que canta no pretende que
sus cavatinas sean una cosa desconocida; todo lo contrario, se precia de que
los pensamientos altaneros y perversos de su héroe estén en todos los hombres.
POESÍAS (fragmento)
El plagio es necesario. Está
implícito en el progreso. Sigue de cerca la frase de un autor, se sirve de sus
expresiones, borra una idea falsa, la reemplaza por una idea justa.
Lautremont – Isidore Ducasse (Uruguay, 1846-1870).
Atahualpa Yupanqui (Argentina, 1908-1992).
Atahualpa Yupanqui (Argentina, 1908-1992).
Fuentes:
Poesía Inglesa
Coantemporánea, Buenos Aires, Ediciones Librerías Fausto, 1974. Traducción:
E.L.Revol.
Bandeira, Manuel, Mi gran ternura y otros poemas, Buenos
Aires, CEDAL, 1987. Traducción: Rodolfo Alonso.
Maiakovski, Vladimir, Sobre los poetas y otros poemas, Buenos
Aires, CEDAL, 1988. Traducción: Irina Bogdachevski.
Poesía Norteamaericana del siglo XX, Buenos Aires, CEDAL,
1970.Versión: A. Girri y W. Shand.
Conde de Lautremont, Obras Completas, Barcelona, Editorial El
argonauta, 1986. Traducción: Aldo Pellegrini.